Nuestras cámaras de alta temperatura permiten evaluar una gran variedad de materiales, como plásticos, caucho, componentes electrónicos, alimentos, metales y materiales de construcción. Estas pruebas muestran cómo el calor influye en la resistencia, estabilidad y rendimiento de cada muestra, brindando información clave para el control de calidad y el desarrollo de productos.

Los modelos estándar operan desde temperatura ambiente +20 °C hasta 200 °C o 300 °C. Para aplicaciones más complejas, tenemos versiones especiales que alcanzan temperaturas de hasta 500 °C. Así, podrá seleccionar la cámara que mejor se ajuste a sus necesidades de prueba.

Todas nuestras cámaras están equipadas con sistemas de protección contra fugas, dispositivos de seguridad contra sobretemperatura y válvulas de alivio de presión. Además, los modelos SPH incorporan una rejilla de ventilación superior que libera la presión en caso de incrementos súbitos, reduciendo riesgos para el personal. Cada equipo cumple estrictamente con las normativas de seguridad CE.